Europa: El Observatorio Audiovisual Europeo publica un informe sobre la situación de los artistas y profesionales de la cultura
- 13 Nov, 2025
Silvia Pascua Vicente.
El 2 de octubre de 2025, el Observatorio Audiovisual Europeo (European Audiovisual Observatory) publicó el informe titulado “La situación de los artistas y de los profesionales culturales y creativos en Europa: derechos sociales y movilidad” (The status of artists and cultural and creative professionals in Europe: social rights and circulation). El informe, estructurado en seis capítulos, analiza las realidades, los desafíos y las oportunidades a los que se enfrentan los artistas y trabajadores creativos de Europa.
El capítulo 1 aborda los desafíos conceptuales y prácticos en torno a la definición de artista, destacando que no existe una definición armonizada.
El capítulo 2 ofrece una visión general de las actividades culturales y creativas. En este punto, destaca que el sector emplea a 7,7 millones de personas en la Unión Europea (UE), lo que representa el 3,8 % del total de empleos en la UE, de los cuales se estima que 1,7 millones trabajan como artistas o autores.
En cuanto a este tipo de empleo se caracteriza por ser mayoritariamente independiente y presentar una alta tasa de autoempleo, con casi un tercio de los profesionales trabajando por cuenta propia o mediante contratos por proyectos. Según los datos recogidos en el informe, el 68% de los artistas y profesionales del sector declaró tener más de un trabajo, y que el 34% de estos segundos trabajos estaban fuera del sector.
Además, los sectores culturales se caracterizan por su alta movilidad, ya que los artistas y profesionales de estos sectores suelen trabajar en diferentes países para acceder a oportunidades y desarrollar sus carreras.
El capítulo 3 examina los marcos políticos y jurídicos internacionales, europeos y nacionales que regulan la situación de los artistas y profesionales de las artes y las ciencias sociales. A nivel internacional, los derechos sociales y económicos de los artistas se articulan en la Recomendación de la UNESCO sobre la Condición del Artista (1890) y la Convención de la UNESCO sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, entre otros instrumentos.
De acuerdo con el art. 167 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la política cultural sigue siendo principalmente una competencia nacional, aunque la UE apoya y complementa sus acciones en ámbitos como la creación artística y literaria. Asimismo, está comprometida con la preservación de la diversidad cultural y lingüística y con la defensa de los derechos relacionados con la libertad de expresión y la creación artística.
El capítulo también destaca las políticas de la UE, como la adopción de la Directiva (UE) 2831/2024 relativa a la mejora de las condiciones de trabajo en plataformas, así como la resolución del Parlamento Europeo de 2021 que aboga por un “Estatuto Europeo del Artista” para mejorar las condiciones laborales y la movilidad transfronteriza. Dentro del marco del Plan de Trabajo de la UE para la Cultura 2019-2023, se publicó el informe “El estatus y las condiciones laborales de los artistas y los profesionales culturales y creativos” (The status and working conditions of artists and cultural and creative professionals), que analiza las condiciones de trabajo de los profesionales del sector.
En 2023, el Parlamento adoptó una resolución con recomendaciones a la Comisión sobre un marco europeo para la situación social y profesional de los artistas y trabajadores de los sectores culturales y creativos. Esta resolución propone instrumentos legislativos y no legislativos, incluida una directiva sobre condiciones de trabajo dignas y una definición clara del estatuto laboral de estos profesionales. La Comisión Europea respondió a esta petición proponiendo 13 iniciativas.
El capítulo 4 identifica los principales desafíos que enfrentan los artistas y profesionales de la cultura, la sociedad y el comercio en Europa, centrándose en el empleo atípico, las deficiencias en la protección social y los problemas de movilidad transfronteriza, así como en la precariedad laboral derivada de los contratos temporales, múltiples empleos o trabajos no declara para subsistir.
Asimismo, señala que el acceso a la protección social sigue siendo complicado, ya que los sistemas contributivos tradicionales a menudo no logran abarcan los ingresos irregulares, el pluriempleo y el empleo atípico de la economía colaborativa. También hay un acceso desigual a las prestaciones por desempleo, atención médica, pensiones y redes de seguridad laboral. También indica que los problemas tributarios se ven agravados por los ingresos irregulares, la limitada deducibilidad de los gastos profesionales y la inestabilidad de la situación fiscal.
El capítulo 5 examina diversas estrategias nacionales en Europa para definir y reconocer al sector. En este punto, destaca el Estatuto del Artista de España, cuyo objetivo es modernizar la normativa laboral, fiscal y de seguridad social para los artistas. Además, se mejora el acceso a la protección de los artistas y profesionales culturales al abordar la naturaleza irregular de su trabajo. Además, amplía la definición de trabajo artístico para incluir funciones técnicas y auxiliares.
Sin embargo, a pesar de estas regulaciones, persiste la fragmentación en definiciones, criterios de elegibilidad y mecanismos de apoyo en toda Europa, lo que refleja tanto los avances como los desafíos continuos en la armonización de las protecciones para los profesionales de la cultura y la creatividad.
El capítulo 6 explora cómo el diálogo social y la negociación colectiva sirven como mecanismos fundamentales para enfrentar los desafíos que enfrentan los artistas y los profesionales de los sistemas culturales y creativos en Europa. La negociación colectiva se ha adaptado para incluir a trabajadores autónomos, profesionales independientes y trabajadores de plataformas digitales, colectivos tradicionalmente excluidos de los convenios laborales estándar.
En este punto, se subraya la importancia de la educación, la incidencia política y la innovación, así como la gestión justa de los derechos en la era digital, donde el valor de la obra creativa se materializa a menudo mediante licencias complejas y combinaciones de modelos de distribución físicos y digitales.
Fuentes: Observatorio Audiovisual Europeo (The status of artists and cultural and creative professionals in Europe: social rights and circulation), Instituto Autor (UE: Informe sobre el estatus y las condiciones de trabajo de los artistas y profesionales del sector cultural; UE: La Comisión de Cultura y Educación solicita la creación de un “estatuto europeo del artista”).