China: Un tribunal se pronuncia sobre la reproducción no autorizada de una obra de arte

  • 24 Jul, 2025
  • Silvia Pascua Vicente
ChinailustracionesJurisprudencia

Silvia Pascua Vicente.

En mayo de 2025, el Tribunal de Tongzhou de Beijing (北京通州法院) se pronunció sobre la reproducción no autorizada de una obra de arte. El asunto enfrentó, por un lado, a un ilustrador (demandante) y, por otro lado, a varios particulares y una empresa de tecnología (demandados).

Según lo establecido en la sentencia, en el año 2024 el ilustrador detectó que una de sus obras había sido reproducida sin su autorización. En concreto, los particulares implicados instruyeron a varias personas para que, utilizando herramientas de inteligencia artificial, realizaran cambios menores en los detalles de la imagen original. A partir de estas imágenes similares, uno de los demandados creó una empresa de comercio electrónico en la que se vendían rompecabezas que incluían las imágenes objeto del litigio. Derivado de esta práctica, los demandados realizaron más de 3000 reproducciones no autorizadas obteniendo un beneficio económico entorno a 32.000€ (270.000 yuanes). En consecuencia, el ilustrador interpuso una demanda por la vulneración de sus derechos de autor.

Tras la demanda, los demandados fueron arrestados, reconociendo los hechos. Por su parte, el tribunal recordó que para que una creación sea considerada una obra protegida por el derecho de autor, debe cumplir ciertas condiciones: ser original, ser una creación en los campos de la literatura, el arte y la ciencia, poder expresarse de forma concreta, y tratarse de una creación intelectual. En este sentido, la originalidad es un requisito indispensable para que algo sea considerado una obra, y se entiende que existe cuando hay una “creatividad intelectual mínima”, es decir, si el autor ha invertido trabajo intelectual en el proceso creativo.

Por otro parte, el tribunal estableció que los demandados utilizaron tecnología de inteligencia artificial para generar imágenes derivadas de la obra de arte de terceros y convertirlas en rompecabezas, empleando el método “imagen a imagen” para generar efectos visuales. Añadió que el demandado no invirtió esfuerzo intelectual en la creación de dichas imágenes, no ejerció control creativo significativo, y su contribución al resultado generado fue mínima.

Finalmente, aunque el tribunal observó pequeñas diferencias entre la imagen utilizada en el rompecabezas y la obra original, el tribunal consideró que eran sustancialmente idénticas. Por tanto, concluyó que las acciones de los demandados constituían una infracción de los derechos de autor.

Como resultado, el tribunal determinó que los demandados habían vulnerado los derechos de autor del ilustrador y los condenó a un año y seis meses de prisión, además de imponerles una multa de aproximadamente 7.500€ (60.000 yuanes). La empresa implicada también fue sancionada con una multa de en torno a 12.000€ (100.000 yuanes).  

Fuentes: SPP (北京首例利用AI侵犯著作权刑案宣判), SOHU (北京首例利用AI制图侵犯著作权案,法院宣判), Weixin (北京首例利用AI制图侵犯著作权案,法院宣判!), Barry Sookman (AI Visual Effects and Copyright Infringement).

Volver arriba