El Vaticano: La Comisión Pontificia para el Estado publica sus directrices sobre inteligencia artificial
- 10 Feb, 2025

Juana Escudero Méndez.
El Decreto de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, datado el 16 de diciembre de 2024, establece sus «Directrices sobre la Inteligencia Artificial» (Linee Guida in materia di intelligenza artificiale), con efectos desde el 1 de enero de 2025.
Este Decreto descansa en una serie de considerandos: que la ciencia y la tecnología son producto de la creatividad humana entendida como un don de Dios, que han remediado innumerables males que aquejan y limitan al ser humano; que los avances científico-técnicos, al mismo tiempo, pueden representar un riesgo para la supervivencia y un peligro para el bien común; que el uso generalizado de modelos y sistemas de inteligencia artificial y su evolución, hacen necesario dictar directrices que contengan principios generales sobre la inteligencia artificial para garantizar la ética en la toma de decisiones mediante el establecimiento de principios generales destinados a mejorar y promover el uso ético y transparente de la inteligencia artificial, en una dimensión antropocéntrica y confiable, con respeto a la dignidad humana y al bien común.
La investigación, prueba y desarrollo de sistemas y modelos de inteligencia artificial deben cumplir estas directrices, que son aplicables a los órganos ejecutivos, organismos científicos, órganos judiciales del Estado de la Ciudad del Vaticano, al personal del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano y a los operadores económicos, proveedores o licitadores, así como a los profesionales y trabajadores temporales con los que contrate.
El Decreto consta de 15 artículos, distribuidos en tres capítulos: I. Disposiciones generales, II. Principios generales por materia: información y procesamiento de datos, investigación científica y salud, protección de derechos de autor (artículo 7 del Decreto), bienes culturales, infraestructuras y servicios, procedimientos administrativos, empleo y trabajo, actividad judicial y seguridad; y III. Disposiciones finales, con la creación de una «Comisión de Inteligencia Artificial» y la obligación de desarrollar las provisiones del Decreto en el plazo de un año desde su entrada en vigor.
Su artículo 7, “Principios de protección del derecho de autor”, obliga a que el uso de sistemas y modelos de inteligencia artificial en la reproducción, extracción y creación de contenidos textuales, musicales, fotográficos, audiovisuales, radiofónicos y de artes visuales cumpla con lo establecido en la Ley de Protección del Derecho de Autor sobre Obras Intelectuales y Derechos Conexos, n.º CXCVII, de 1 de septiembre de 2017 (Legge sulla protezione del diritto di autore sulle opere dell’ingegno e dei diritti connessi).
Su apartado segundo establece que “Los contenidos a que se refiere el párrafo anterior se identificarán con la sigla «IA».
Su apartado tercero determina que el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano será titular exclusivo del derecho de paternidad y de los derechos de explotación económica sobre los contenidos textuales, musicales, fotográficos, audiovisuales, radiofónicos y de artes figurativas creados, mediante el uso de inteligencia artificial, en el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano y en las áreas a que se refieren los artículos 15 y 16 del Tratado de Letrán.
Así pues, los derechos de propiedad intelectual sobre las obras generadas por IA pertenecerán al Estado del Vaticano, lo que salvaguardará la propiedad intelectual y los límites éticos. También ordena que la autoridad para tomar decisiones en las instituciones del Vaticano debe seguir estando en manos de administradores humanos, preservando la rendición de cuentas y evitando la dependencia excesiva de los sistemas automatizados.
Finalmente, el artículo 7.4 conmina a que el uso de sistemas y modelos de inteligencia artificial no cause daño al honor, reputación, decoro y prestigio del Sumo Pontífice, de la Iglesia Católica y del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El Decreto es el comienzo de un proceso regulatorio más amplio. Inspirado por el “Llamamiento de Roma a la ética de la IA” (Rome Call for AI Ethics) de febrero de 2020, se alinea con las mejores prácticas globales, como la regulación de IA por la Unión Europea, al tiempo que infunde estas pautas con una perspectiva moral, reconociendo la ciencia y la tecnología como un don divino y una responsabilidad humana.
Para fines de 2025, se espera la aprobación de los textos normativos de desarrollo, que definan el marco de gobernanza de la IA en el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Fuente: Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano (Linee Guida in materia di intelligenza artificiale).