Internacional: La Comisión Alemana para la UNESCO impulsa la Carta para una Cultura Justa
- 29 Oct, 2024

Leire Gutiérrez Vázquez.
La Comisión Alemana para la UNESCO (Deutsche UNESCO-Kommission) está impulsando la “Carta para una Cultura Justa”, un documento adoptado por un consorcio internacional de socios tras un proceso participativo mundial en su diseño. La Carta tiene por objeto establecer y promover condiciones laborales dignas y justas para artistas, autores y otros trabajadores culturales en todo el mundo.
Este movimiento, denominado Cultura Justa, tiene como objetivo principal el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales de los profesionales del sector, abogando por prácticas laborales más justas y equitativas en todos los niveles, desde lo local hasta lo global. En este sentido, el documento destaca que los bienes y servicios culturales no solo son importantes desde una perspectiva económica, sino que también son esenciales para el bienestar social y cultural de las comunidades.
La Carta reconoce el papel transformador de la creatividad humana y la necesidad de fomentar un entorno que permita a los artistas y autores prosperar y expresar libremente su arte. Por ello, uno de sus objetivos principales es asegurar condiciones de trabajo dignas y una remuneración justa para los artistas y trabajadores culturales, lo que incluye su derecho a la representación colectiva y a una remuneración adecuada por su trabajo, así como la mejora de la competitividad y la sostenibilidad de las cadenas de valor culturales y creativas, erradicando las desigualdades en el comercio y garantizando un acceso inclusivo a las herramientas digitales.
Concretamente, la Carta establece ocho principios rectores que deben ser reconocidos y cumplidos para alcanzar estos objetivos. Estos principios incluyen:
1. Condiciones de trabajo dignas y remuneración justa
Este principio aboga por asegurar que los artistas, autores y demás profesionales de las Industrias Culturales dispongan de unas condiciones laborales que sean seguras, inclusivas y dignas de acuerdo con las obligaciones del derecho internacional. Para ello, defiende el reconocimiento de sus derechos laborales, como es el derecho a recibir una remuneración “adecuada y proporcionada por el uso de su trabajo, y respaldada por una sólida protección de la propiedad intelectual”. En el marco de este principio, se promueve la negociación colectiva como herramienta para defender las condiciones y los salarios de los trabajadores.
2. Acceso a una diversidad de expresiones y recursos culturales
Este principio promueve el derecho de toda persona a acceder a una amplia diversidad de expresiones y recursos culturales, haciendo énfasis en la accesibilidad en el entorno digital. Destaca que se deben garantizar que los recursos culturales estén disponibles en varias lenguas, contribuyendo a superar la brecha digital mediante la igualdad de acceso. En este sentido, defiende que la accesibilidad cultural también debe incluir la educación y la conciencia artística desde todos los niveles de aprendizaje, siendo fundamental el apoyo de las instituciones públicas.
3. No discriminación e igualdad de género
Este principio hace un llamamiento a las empresas, especialmente las multinacionales y compañías tecnológicas, para que se asocien de manera innovadora con gobiernos y organizaciones de la sociedad civil, en aras de que adopten medidas diligentes para garantizar que sus prácticas comerciales respeten los derechos de los trabajadores culturales.
4. Desarrollo local
La sensibilización del público y de los consumidores sobre la importancia de la diversidad cultural y los derechos de los trabajadores creativos es otro principio fundamental de la Carta de Cultura Justa. A tal efecto, propone aumentar la conciencia sobre cómo las decisiones de consumo pueden afectar a las condiciones laborales de los artistas y autores, y remarca la importancia de educar al público sobre el valor de proteger y promover las expresiones culturales locales y garantizar que los productos culturales sean accesibles para todos, mediante campañas de concienciación etc.
5. Acceso al mercado
Este principio se centra en asegurar que todas las expresiones culturales de artistas y autores tengan igual acceso a los mercados, tanto locales como globales, incluyendo el entorno digital. Por ello, señala que la promoción de un intercambio cultural equitativo es fundamental para garantizar que las expresiones artísticas no solo sean vistas y escuchadas, sino también que reciban la atención y el apoyo que merecen.
6. Equidad y ética digital
Con el crecimiento del uso de tecnologías digitales en las industrias creativas, este principio promueve asegurar que las tecnologías se utilicen para enriquecer la diversidad cultural y potenciar la creatividad humana. En este sentido, defiende la necesidad de implementar políticas relacionadas con el uso de la inteligencia artificial y otras tecnologías digitales, poniendo el foco en el ser humano, y señala que “defensa de los derechos, incluidos los de propiedad intelectual, y la protección de la intimidad, incluidos los datos biométricos, deben ser una responsabilidad prioritaria de todas las partes interesadas”.
7. Respeto por el medio ambiente
Otro de los principios rectores de la Carta se centra en la necesidad de que las acciones del sector cultural minimicen su impacto ambiental. En particular, señala la necesidad de abordar el impacto medioambiental negativo del uso de las tecnologías digitales y de los eventos y actividades culturales con una gran huella de carbono. Al respecto, promueve una educación cultural y artística que genere conciencia sobre la importancia de la conservación ambiental y la transformación social, fomentando un compromiso colectivo para garantizar que el sector cultural contribuya a la sostenibilidad y preservación del medio ambiente.
8. Concienciación pública y de los consumidores
El último principio se centra en la importancia de la concienciación pública en la promoción de la Cultura Justa y defiende que la educación artística y cultural debe utilizarse como herramienta para sensibilizar al público, especialmente a los jóvenes, sobre la relevancia de las prácticas justas en el sector cultural. Para ello, remarca que aumentar la visibilidad de estos temas puede ayudar a impulsar a los artistas y trabajadores culturales, así como fomentar un entorno que respete y valore la diversidad de las expresiones culturales.
La Carta para una Cultura Justa invita a la firma y participación de todas las partes interesadas, incluidos gobiernos, otras organizaciones públicas, empresas privadas, grupos de la sociedad civil, artistas, creativos, otros trabajadores de la cultura, así como ciudadanos individuales.
Fuentes: Deutsche UNESCO-Kommission (Carta para una Cultura Justa).