Asociaciones de autores y editores de EE.UU. proponen miembros para los órganos de gobierno de la Mechanical Licesing Collective

Pedro Breuer Moreno.

La NMPA (National Music Publisher Association) con el apoyo de la NSAI (Nashville Songwriters Association International) y de SONA (Songwriters of North America), ha remitido a la Oficina de Propiedad Intelectual de EE.UU. (U.S. Copyright Office) su propuesta de miembros para conformar los órganos de gobierno de la Mechanical Licensing Collective (MLC).

Como ya informó el Instituto Autor, la nueva entidad fue creada tras la aprobación de la Music Modernization Act (MMA) en octubre del 2018. Su función principal será la de gestionar la licencia obligatoria (Compulsory License) para la reproducción y puesta a disposición de las obras musicales por los servicios de streaming. En consecuencia, se encargará de recaudar y repartir los derechos provenientes de la explotación digital. Por otro lado, deberá formar su propia base de datos para identificar tanto a las obras como a los titulares de derechos de cada canción y así mejorar la calidad del sistema de reparto.

La MLC se encargará exclusivamente de licenciar a servicios de streaming interactivos, como por ejemplo Spotify, y no a los “no interactivos” como podría ser un servicio de radio difusión en línea. Será una organización independiente del gobierno, sin ánimo de lucro y funcionará como SoundExchange, su análoga en la concesión licencias para la comunicación pública de fonogramas por servicios de radio difusión en Internet.

La nueva organización favorecerá a los autores de las obras musicales en la obtención del pago por la utilización de sus obras. La explotación de los derechos de puesta a disposición, calificado como distribución digital en Estados Unidos, de obras musicales no exigen una autorización previa de cada titular para su utilización, sino que las empresas que lo utilicen se limitan al pago de una licencia que incluye todo el repertorio musical. Las entidades de gestión que se encargan de licenciar la explotación de las obras musicales en Estados Unidos, BMI o ASCAP, no ofrecen licencias que cubran la modalidad de puesta a disposición de las obras para servicios de streaming y/o descarga (servicios interactivos).

En la actualidad, son los servicios de streaming de obras musicales los que se encargan de identificar a los titulares de los derechos y, una vez que utilizan las obras, se lo comunican a las organizaciones que representan a estos titulares para proceder al pago. El problema surge con las obras cuyos titulares no pueden ser identificados. En la práctica, los servicios de streaming le envían una Notice of Intention (NOI) a la Oficina de Propiedad Intelectual manifestando la imposibilidad de identificar al titular, lo cual deriva en que al autor nunca le llegará el beneficio por la explotación de sus obras.

La MLC creará una base de datos que incluya a todos los autores de las obras musicales que posibilitará su identificación inmediata. Los servicios de streaming deberán informar de la utilización de las obras y será la MLC la encargada de contrastar la información proporcionada con su base de datos para así proceder al reparto de los derechos. Ya no podrán excusarse en la falta de identificación para evitar la obligación de pagar por los derechos. Asimismo, la base de datos será de libre acceso para todo el público, por lo que los autores podrán examinarla y ayudar a perfeccionarla. En última instancia, será la nueva entidad la encargada de crear un sistema de reparto de los derechos recolectados cuando no hubiera sido posible encontrar a los autores, en beneficio de los que estén identificados.

Por otro lado, la MMA en su sección B, encomienda a la Oficina de Propiedad Intelectual que publique en su boletín un anuncio solicitando propuestas para designar a la junta directiva de la nueva organización de derechos. Asimismo, establece como requisito que los miembros propuestos cuenten con el apoyo sustancial de los titulares de derechos de autor de obras musicales que representen el mayor porcentaje del mercado de licenciantes.

A raíz de la sanción de la nueva normativa, se creó la AMCL (American Music Licensing Collective), una organización integrada por artistas y productores de fonogramas con el objetivo de que sea la encargada de designar a las autoridades de la MCL. Sus miembros consideran que bajo el gobierno de la NMPA, los titulares de derechos o editoriales más pequeñas se verán seriamente perjudicados en los sistemas de reparto, al asignar a favor de las grandes editoriales los derechos recolectados que no hayan sido identificados. Ellos se consideran como los más calificados en el sector musical para poder crear un eficiente sistema de identificación de obras y reparto que sea justo para todos los titulares de derechos.

En respuesta a las acusaciones recibidas, la NMPA, conformada por las principales editoriales musicales como Warner, Sony o Universal y con el apoyo de las entidades de gestión musicales, envió su propuesta exigiendo a la Oficina que sea designada sin abrir el proceso a licitación o estudio de otras propuestas. Considera que la asociación engloba la mayor cantidad de canciones, de titulares de derechos y de cantidad de dinero recolectada, por lo que, conforme los requisitos exigidos por la MMA, debe ser ella la que controle a la nueva entidad.

La Oficina de Propiedad Intelectual no ha emitido ninguna opinión al respecto, ni se sabe aun cuando finalizará el plazo para enviar propuestas.

Fuente: Digital News

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