Internacional: Los ministros de Cultura del G7 publican una Declaración con acciones para proteger el patrimonio cultural y la creación intelectual

  • 13 Nov, 2024
  • Leire Gutierrez Vázquez
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Leire Gutiérrez Vázquez.

El 20 de septiembre de 2024, en el marco del G7 Italia 2024, los ministros de Cultura publicaron una declaración conjunta bajo el título “Cultura, bien común de la humanidad, responsabilidad común” (Culture, common good of humanity, common responsibility), en la que establecían una serie de principios a seguir y acciones a desarrollar para proteger y promover la propiedad intelectual y cultural.

En primer lugar, la Declaración aborda la protección y promoción de las identidades culturales. Los Estados firmantes destacan la importancia fundamental de la cultura como un bien común de la humanidad, y su papel central en la identidad de las naciones, pueblos y comunidades. En este sentido, subrayan que la cultura no solo abarca el patrimonio natural y cultural, tanto tangible como intangible, sino que también es esencial para la educación cívica y la cohesión social. Por ello, en la Declaración enfatizan que la diversidad cultural es vital para promover el entendimiento mutuo y la convivencia pacífica en un mundo interconectado.

Para desarrollar este principio, los ministros del G7 proponen fomentar la diversidad cultural y contribuir al desarrollo social y económico a través de la cultura, reforzar el apoyo a la libertad de expresión; desarrollar políticas públicas que mejoren las condiciones de trabajo y vida de los profesionales en arte y cultura; fomentar una educación cultural de calidad; o impulsar el acceso universal a la cultura, especialmente para los jóvenes, entre otras acciones.

La declaración también aborda la inteligencia artificial, poniendo en el centro a los seres humanos como únicos creadores de obras, y reconociendo y valorando el talento de los artistas y profesionales de la cultura. En este sentido, destacan que la cultura tiene un papel trascendental en el desarrollo de la inteligencia artificial, contribuyendo a su desarrollo, siempre y cuando se respeten los derechos humanos, las obras de los creadores y la diversidad cultural. Los ministros destacan que la inteligencia artificial puede ayudar a la investigación y a la extracción de datos sobre el patrimonio cultural, ayudando a comprender mejor el pasado. También recuerdan que esta tecnología puede presentar riesgos para los profesionales de la cultura, dado que puede impactar de forma negativa en las condiciones de trabajo en el sector.

Por ello, buscan promover una transformación digital inclusiva y centrada en el ser humano en el sector cultural, alineando el crecimiento económico y el desarrollo sostenible con los derechos humanos. También se debe aumentar la cooperación entre países para abordar las implicaciones éticas y legales de la inteligencia artificial generativa, mediante el intercambio de ideas sobre enfoques políticos para desarrollar e impulsarla de forma segura, y fomentar la investigación y la educación para desarrollar el potencial de esta tecnología en la preservación del patrimonio cultural.

En relación con el comercio ilegal de bienes culturales, la Declaración reconoce que el tráfico ilegal de bienes culturales afecta gravemente al patrimonio y las instituciones culturales. Los ministros destacan que se observa un aumento del comercio ilícito a través de plataformas digitales, lo que dificulta la vigilancia de las infracciones contra la propiedad intelectual. Por ello, abogan por promover la transparencia y la debida diligencia en el comercio cultural, lo cual es esencial para crear mercados éticos y fomentar la confianza entre comerciantes, coleccionistas e instituciones culturales, y fortalecer la cooperación transnacional para mejorar la prevención y detección del tráfico ilícito, trabajando con organizaciones como UNESCO e Interpol. Consideran que promover el uso de tecnología, incluyendo inteligencia artificial, puede ser útil para monitorear el comercio ilegal, y para detectar la procedencia y devolver los bienes culturales, en colaboración con académicos y autoridades.

Por último, abordan la necesidad de proteger el patrimonio cultural frente al cambio climático. En este sentido recuerdan que cada vez son más los desastres naturales y que es necesario proteger el patrimonio cultural, tanto tangible como intangible, frente a los cambios climáticos extremos y desastres naturales.  En este sentido, remarcan que la investigación y el desarrollo tecnológico son vitales para proyectar futuros impactos climáticos y monitorear riesgos en el patrimonio cultural, y reconocen los avances logrados en la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) de 2023 en la integración de la cultura en las discusiones climáticas globales.

Para minimizar los daños en el patrimonio cultural, proponen fomentar estrategias y acciones para mitigar los impactos del cambio climático y los desastres culturales en el patrimonio cultural a través de alianzas estratégicas, apoyando la investigación y desarrollando planes de capacitación que permitan actuar y proteger el patrimonio cultural frente a desastres naturales.

Concluyen los ministros de Cultura firmantes expresando su convicción de que la cultura es fundamental para impulsar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, y pidiendo que se reconozca y se integre de manera completa la cultura y la economía creativa en las políticas y procesos de desarrollo. Abogan por que la cultura sea considerada como un objetivo independiente en las futuras conversaciones sobre el desarrollo sostenible, asegurando que se le dé la importancia que merece en la planificación y ejecución de iniciativas que busquen un desarrollo equitativo y sostenible en el futuro.

Fuentes: G/ Italia 2024 (G7 Minister´s meeting on culture).

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